El 9 de mayo, los grupos de PMAR visitamos la vaquería de los Hermanos Velasco, primos de nuestra tutora Castora. Nos hablaron de todas las tareas que una buena vaca requiere, y créanos si les decimos que no son pocas.
Tareas como el ordeño, que si bien tienen la ayuda de un robot, las vacas deben parar a descargar sus ubres dos veces al día para producir una media de 36 litros. La limpieza del establo debe estar también garantizada. Todos conocemos el tamaño de una caca de vaca, pues bien, retiradas diariamente, la estancia es mucho más agradable. Los hermanos Velasco, muy coordinados entre sí, han de preocuparse también por las que están enfermas, por los ternerillos, por las que seguirán con ellos y por las que se marcharán a una mejor vida, quizás a nuestros platos, . Todo ello, y mucho más, 365 días al año. ¿Os animáis?
La cuestión de la alimentación es también de suma importancia; para ello, utilizan productos como el trigo, la alfalfa, la remolacha o incluso el algodón. Como dato curioso nos comentan que la vaca debe rumiar lo necesario, ni mucho ni poco; los alimentos molidos han de ser correctamente mezclados con otros que no lo sean tanto. Todo ello pensando en un objetivo final: que la leche sea de excelente calidad.
Una actividad que, de nuevo, nos acerca a los distintos sectores económicos del mundo rural. Siguiente parada, el Matadero de Felipe Rebollo.
Muchas gracias a la familia saucana por abrir las puertas de vuestras vidas a los grupos de PMAR.