El 26 de abril se inauguraba en la biblioteca de nuestro instituto la exposición de libros antiguos (con notación musical) perteneciente a la colección de Raúl González, profesor de música.

La muestra ofrece un recorrido desde la edad media hasta nuestros días. En ella podemos ver pergaminos del s. XV-XVI, varios manuales de canto llano del s. XVIII y numerosos libros tanto religiosos como profanos del s. XVIII, XIX y XX, en diferentes idiomas.

La exposición puede plantearse desde varias perspectivas. La primera, si hacemos alusión a la notación musical. Podemos observar partituras con notaciones antiguas (notación de clavo, notación cuadrada, notación blanca) como la evolución que presentan estas hasta nuestros días (notación moderna).

En segundo lugar, nos podemos fijar en los diferentes tamaños, materiales y formas de construir los libros. Esta manera de guiar la exposición puede ser más amena para aquellas personas que no tengan los conocimientos necesarios sobre música.

Y en tercer y último lugar, se puede plantear la exposición entorno o lugar en el que se desarrollaba la música fijada en partituras. Nos estamos refiriendo a libros musicales religiosos y profanos. En el ámbito religioso tenemos antifonarios, vesperales, procesionales... y en el profano nos encontramos con romances, música de vodevil, himnos de países…

Tornando a la exposición desde la perspectiva de los alumnos, tal vez los documentos que más han llamado la atención son los cuatro pergaminos que presentan diversas notaciones musicales arcaicas, en ellos se puede ver notación de clavo o la notación cuadrada empleada para transcribir los cantos de tradición oral que realizaban los monjes en sus rezos diarios.

Otro aspecto que no pasa desapercibido y que reclama la atención de los alumnos son los diferentes tamaños que tienen los libros. Podemos ver vesperales o antifonarios de gran tamaño los cuales eran empleados en los diversos actos como recordatorio a los cantores. Con un simple vistazo eran capaces de recordar las melodías y podían continuar cantando. Mientras que los libros de reducidas dimensiones eran usados como elemento de compañía y que empleaban para rezar o pasar el tiempo divirtiéndose con una novela de teatro. En muchos de los casos pertenecían a personajes nobles. Esto se sabe no solo por el exlibris, sino por el formato de lujo. Estos libros estaban realizados en cubierta de cuero y los cantos de sus hojas como los adornos estaban realizados en pan de oro.

La exposición “Del Pergamino al e-Book”, no es solo una exposición con libros con elementos musicales sin más. Además, se acompaña con una visita guiada en el que tanto los alumnos como los profesores, pueden disfrutar de la explicaciones y comentarios que complementan las anotaciones que se ofrece de cada documento.

Gracias, Raúl, por compartir todas estas maravillas con nosotros!!